Mostrando las entradas con la etiqueta Ideario. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Ideario. Mostrar todas las entradas

lunes, 31 de octubre de 2011

Nobody cares/Sobre la libertad

Tarea final de una especie de taller de 'creatividad'. Sin embargo, la consigna decía que había que escribir un manifiesto con respecto a la actuación y lo que aprendimos durante el taller. No le hice mucho caso.
Reviviendo un tag que no uso hace dos años.


A nadie le importa

“A nadie le importa”. Es un pensamiento muy deprimente. Es algo que no nos queremos ni imaginar como verdad, una frase de la que huimos constantemente. ¿Acaso podríamos seguir viviendo pensando, teniendo la vaga certeza de que lo que hacemos no le importa a nadie, no afecta la vida de ninguna otra persona? Todo lo que hacemos lo hacemos para los demás. Comer las verduras, sacar buenas notas en el colegio, portarse bien para contentar a los papis y las mamis. Ser agradable, canchero, copado, interesante, dispuesto y buen compañero para que nuestros amigos sigan a nuestro lado. Ser buen amante, atento, amoroso, lo suficientemente libre pero lo suficientemente dependiente, confiable, estar siempre, ser perfecto para que nuestra pareja no nos deje. Ser responsable, seguro, fuerte y sensible a la vez, tener todas las respuestas para que nuestros hijos estén bien, para educarlos bien, que triunfen por sobre los demás, para que la sociedad toda pueda verlos y decir “que buenos hijos que criaron”. y nos regalen sonrisas y felicitaciones. Triunfar, ser original, creativo, poder expresar cosas que nadie más contó, concebir ideas que cambien el curso de la historia, tener mucho dinero, viajar por todas partes, ser cosmopolita, culto pero no snob, para impresionar a la sociedad, que nos recuerden y conseguir una precaria inmortalidad en la imaginación de algún desconocido. Todo, todo lo que hacemos es para los demás. Nuestra vida entregada a los demás. ¿Cómo podríamos pensar que no les importa? Pero es la verdad, cruda y triste. Ese amigo que escucha tus problemas, es puramente circunstancial. Le gusta escuchar, y si vos no estuvieras escucharía la radio. Tu pareja no te ama. Está a tu lado porque era lo más fácil, lo más a su alcance que tenía. No le interesan tus proyectos, ni tus secretos, ni tu historia. Y aunque se lo cuentes mil veces, no va a entender lo que sentiste cuando escuchaste ese tema por primera vez. Hay que aceptar la realidad. “A nadie le importa”. Repitamos, “A nadie le importa”. Nos conocemos a nosotros mismos. Sabemos todas nuestras miserias, y también sabemos que nuestro principal (sino único) interés es resolver nuestras dificultades, pasarla bien, ser felices. Y después, si queda tiempo, preocuparse por lo que le pase a los demás. No hay ninguna razón para pensar que no sucede exactamente lo mismo para todas las personas. Cientos, miles, millones de espaldas dobladas, ojos clavados en los ombligos. Repitamos una vez más, “A nadie le importa”. Esa es nuestra verdad. Ahora bien, esta verdad no es para nada triste. Esa fea sensación es solo una débil apariencia, la cáscara que recubre un valioso interior. Si logramos atravesar esa capa (vamos, no cuesta tanto), vamos a llegar al verdadero significado de la frase. “A nadie le importa”, hagas lo que hagas, nadie se va a fijar en eso. Nadie te va a juzgar, nadie te va a mirar. Sos invisible ante todas las miradas. Sos libre. Absolutamente libre para hacer lo que quieras, todo lo que quieras, cuanto y como quieras. Sos invisible, intangible, nadie puede verte ni detenerte. Podés vestirte con un enterizo rojo furioso y desfilar por la calle repartiendo preservativos, y a nadie le importa. Podés abandonarte en una plaza cualquiera hasta morir de hambre, y a nadie le importa. Podés estudiar y graduarte con honores, y a nadie le importa. Podés conseguir un empleo mediocre, ganar lo mínimo y vivir lleno de placeres pequeños, y a nadie le importa. Solo a vos. Sos libre para elegir lo que quieras hacer, de la manera que lo quieras hacer. Podés caminar por la ruta o en medio del barro, seguir los planes o cagarte en todo, comer con cubiertos o con la mano, hacer lo que te venga en gana, incendiar bancos con bombas molotov o seguir al pie de la letra todas y cada una de las leyes de la sociedad. Sos libre, ahora y siempre, para hacer todo, sin que nadie te pueda detener. Lo único necesario, el único requisito, es tener determinación. Una determinación como una espada de acero irrompible. Una espada con la que cortar los árboles y construir tu casa. Una espada con la que cavar la tierra y sembrar tu campo. Una espada con la cual penetrar las más duras rocas sin el menor esfuerzo. Una espada con la cual cortar a los demás, cortarte a vos mismo, cortar lo que sea, porque el ojo de Dios, el gran ojo del cielo que todo lo ve, está ciego. Y si querés, podés apuñalar ese ojo hasta que bañe de sangre toda la tierra. Esa poderosa determinación está forjada por los deseos de uno, por el conocimiento de lo que uno quiere sinceramente, y es eso lo que le da esa fuerza imparable. Cómo discernir los deseos de uno, cómo convivir en un mundo lleno de espadachines violentos, cómo es la manera correcta de usar la espada, todos estos son asuntos que necesitan resolverse para poder llegar a esa verdadera libertad. Pero, para ser sinceros, no son tema de este manifiesto. Porque, no lo olvidemos, “A nadie le importa”.

domingo, 26 de julio de 2009

Sphere

Como la pieza de un rompecabezas, cada alma tiene huecos y protuberancias. Faltas y virtudes. A tantos campos se extienden esas deformaciones en la superficie de nuestra metafísica existencia. Nuestros huecos nos causan vacíos, nuestras protuberancias, desgano. Cada uno tiene sus propias maneras de ocuparse de esas inequidades. Sea con distracciones, amigos, sexo, lujos vanos de nuestro ser capitalista, logramos, algunos mas, algunos menos, conformar una esfera existencial lo más perfecta posible.

Como esfera perfecta, seremos inmunes a los demas. Ninguna protuberancia o hueco podrá interponerse en nuestro camino. Nuestro centro de gravedad estara centrado exactamente en nosotros, y nadie más que nosotros. Tampoco podremos movernos, ya que no habra deseo que satisfacer.

Podríamos decir, si quisieramos ser tan soberbios como para querer resumir la razón de nuestra existencia en una simple frase, que vivimos para buscar la perfección de nuestra alma, pero no para lograrla. En caso de conseguirla, nuestra vida perdería existencia, y moriríamos, nos suicidaríamos con tanta despreocupación que solo el miedo a lo desconocido podría evitar una revolución suicida, millones de personas matandose para evadir los vaivenes y sinsentidos de la vida.

Claro, este creído resumen solo es posible siguiendo los estrictos y limitados pasos de la lógica. Si bien me encantaría que hubiera otra solución, creo firmemente que la lógica es la unica manera que tiene el ser humano de concebir, de saber y conocer el mundo y su propia existencia. Cualquier otra solución al problema del por qué de la existencia es inconcebible para una mente humana.

Hay veces en las que pensar es perjudicial.

domingo, 23 de noviembre de 2008

A Walk in the Dark

Nuevamente nos vemos rodeados por la oscuridad. Abrimos los ojos con todas nuestras fuerzas, tratando inútilmente de captar inexistentes rayos de luz. Los frotamos, giramos mientras se acelera nuestra respiración. Pensamos en una ceguera momentánea, solo para darnos cuenta que nuestros oídos han callado, y un absoluto silencio se abre a nuestro alrededor. El olfato y gusto, tan ignorados en nuestros modernos y agitados tiempos, hace rato nos han traicionado. Aterrorizados, bajamos nuestras manos al suelo, solo para comprobar lo evidente: nuestro tacto ha desaparecido.

Inconscientes de nuestra posición, nuestro alrededor, quedamos solos. Absolutamente solos. Sin un exterior con el cual relacionarse, sin algún otro ser sobre el cual reflejarnos, nuestra misma existencia, nuestra conciencia parece debilitarse, desvanecerse en su mismo pensamiento. ¿Qué somos? ¿Cuál es la naturaleza de nuestra conciencia? preguntas jamás respondidas vuelven al pensamiento. Nunca nos importunaron en nuestra vida diaria, pero al no tener sociedad a la cual responder, realidad de la cual defendernos, cuerpo físico que nos contenga y detenga (percatamos esto hace pocos segundos), nuestra libre y solitaria mente se aventura sumida en la máxima oscuridad.

¿Qué somos? Vuelve a retumbar la pregunta en el eco del mismo vacío. Ya casi no podemos definirnos, no tenemos ningún horizonte sobre el cual colocarnos. Volvemos al arcón de nuestros recuerdos, un lugar familiar, refugio seguro ante el avance de la nada. Delicadas sombras de sensaciones, pequeños constructos fácilmente amoldables, todo recuerdo es ficticio, y como tal, modificable. Esas sombras se desvanecen de a poco, al no tener una realidad a la cual reemplazar. Hubiéramos pensado que al desaparecer la realidad y el presente, el pasado tomaría el poder dejándonos vivir la eternidad en nuestros recuerdos. Pero no, la memoria solo es posible si tenemos un presente sobre el cual oponerla. Solo nos queda el futuro...

Algo sigue modificando, reteniendo nuestra conciencia. Las estructuras, nuestros modos de hablar, de conocer, todos ellos fueron marcados a fuego sobre nuestras mentes a causa de nuestros recuerdos, nuestras experiencias. Son estas las que organizan nuestro presente, con las que predecimos el futuro. Son loa complejos arneses que permiten que nuestra conciencia trabaje, los que limitan nuestro conocimiento solo a lo que podamos comprender bajo sus normas. A esta altura del recorrido, las descartamos por nuestra propia cuenta. Finalmente, quedamos frente a frente con la misma naturaleza de nuestra conciencia, absolutamente solos en el vasto infinito del universo.

¿A quién encontraremos allí? ¿A nuestro ser? ¿A Dios?
No hallaremos ni el más mínimo rastro, ya que la chispa de nuestra conciencia solo puede brillar si hay superficies que la reflejen, ojos que vean su fulgor. En la gran oscuridad, el concepto de nuestra existencia pierde el sentido, y la pregunta por ella pasa a ser inconcebible.

Alguno podrá relacionar esto con la Muerte. No creo que estos pensamientos estén tan lejos de ella.

jueves, 24 de enero de 2008

The Love

¿Qué es el amor? ¿Cómo puede un sentimiento totalmente humano compararse en importancia con asuntos más comunes para todos los seres vivos (así como la conciencia, el nacimiento y la muerte)? ¿Qué hay dentro de algunos seres que optan por la preservación de otro, antes que su propio bienestar?

No creo poder responder totalmente esas preguntas (seguramente, ningun mortal podría), pero me gustaría expresar mi opinión al respecto.

Tomemos como simple punto de partida el aspecto biologico. Diferentes teorias han probado que tanto las hormonas, los genes y el desarrollo psicológico de una persona afectan la manera en la que esta se relaciona. Se sabe que las hormonas y feromonas que despide nuestro cuerpo atraen o rechazan a otras, que la genetica afecta la cantidad y el tipo de feromonas producidas. Aunque, como seres civilizados que (se supone) somos, estamos afectados por la cultura de nuestros ancestros. No existe el mismo concepto de Amor en Occidente que en Oriente. Y diversos hechos acontecidos a lo largo de nuestra vida afectan la forma en la que tomamos el Amor. Esto nos sirve para explicar, en cierta medida, los diferentes "tipos" de amor por los que pasamos en la vida (fraternal, pasional, altruista). Nada nuevo, ¿verdad?

El amor no es como lo muestran en las películas. O, mejor dicho, en las películas no muestran la enorme complejidad del asunto. No es que realmente puedan. Todo arte intenta expresar experiencias de la vida, pero la única manera de entenderlo en vivirlo en carne propia. Aún así, considero útil expresar mi visión de las cosas.

Tomando el asunto desde un plano más espiritual, si se lo puede llamar así, el Amor es un sentimiento maravilloso, aunque muy voluble. No solo proporciona una gran alegría, también llena el corazón y la mente de ideas felices y optimistas. Las obras más hermosas de toda la humanidad, la belleza del arte y la cultura en todos sus aspectos, han surgido por amor. Amor a una mujer, amor a una divinidad, amor a un ideal, amor a la humanidad toda. El amor hace más ligero nuestro paso por la vida. Pero, siendo una espada de doble filo como lo es, el amor tiene su lado amargo. Es causante de innumerable sufrimiento, de mares de lágrimas, de muertes innecesarias, de soledades eternas y noches angustiantes. ¿Cómo un sentimiento nos puede dominar de tal modo que abandonemos el curso de nuestra vida por la atención de otro?

En este momento debo dejar de hablar en plural, ya que lo siguiente es algo que yo he vivido y sentido, y, al no poder entender por completo cualquier otra conciencia, no puedo hablar por sus sentimientos.

Personalmente, he vivido bastantes tipos de amor, y de variadas intensidades. Amor fraternal, amor carnal, amor (si se me permite decirlo) platónico, entre otros. Pero, particularmente uno me interesa por sobre los demas. Aquel, que podría ser llamado "verdadero amor" por la gente que cree en esas cosas. He disfrutado, sufrido, adorado y odiado ese amor, y a la persona que lo provoca. Si bien la palabra "Amor" puede interpretarse con un solo y particular significado, si ha prestado atención a algo del texto, mis queridos lectores, sabran que Amor es cualquier sentimiento que nos una con otra persona. Empatía, amistad, camaradería son quizás otras formas de llamarlo. A esta maravillosa persona yo la amo en todos esos sentidos. La amo como amiga, como colega, como amante, como compañera en esta vida. Esa gran mezcla provoca una terrible sinergía entre esos sentimientos, que solo logran aumentar mi atracción por esa persona. Y si bien he cometido incontables errores en mi afan de llamar su atención, esta extraña fuerza que he intentado explicar brevemente me empuja a un juego en el que siempre parezco perder. Pero las apariencias, como siempre, engañan...


Ojalá les haya entretenido este pequeño vistazo a mi manera de concebir al mundo. Por supuesto, quizas haga otro posteo dedicado al Amor, u otros 2 más, o quién sabe cuantos. Al ser una experiencia absolutamente personal, habrá tantas maneras de amar como almas dando vueltas por el universo. Si quieren profundizar un poco más acerca del significado del Amor, visiten este completo articulo (en ingles): http://en.wikipedia.org/wiki/Love .
Espero realmente no haber caído en lugares comunes, pero en fin, siempre habrá una segunda oportunidad.


"All, everything that I understand, I understand only because I love"
- Tolstoi