sábado, 20 de abril de 2024

Am

Soy
el conjunto de las cosas que nunca dije.

Soy el gatito negro
con la herida en la espalda
que murió a los dos dias.

Soy el kilometro y medio
sobre Av Olazabal.

Soy el edificio caido
en la esquina
bloqueando el tránsito.

Soy la nota de audio perdida
en el celular que se rompió
que seguramente solucionaba todo.

Soy la cima de la pirámide
con la cuerda tirante en el cuello.

Soy la espera detras del árbol
con una docena de facturas
mientras despedías a tu novio.

Soy el email
que nunca llegaste a leer.

Soy la búsqueda en google
de la dosis mortal de medicamentos comunes.

Soy todos esos pensamientos
sin expresión
que me atraviesan de lado a lado
como agujas de diós.

jueves, 25 de mayo de 2023

Forgot

Cuando pasa el tiempo
tendemos a olvidar las cosas
 
Los granos de arena
ya no arden en la piel
y se apelmazan unos con otros

Olvidamos la individualidad
y pensamos que vemos
patrones
mostrando una verdad
que no existia
en la unidad

Se acallan los rugidos
se apagan los fuegos
mientras las cenizas
dibujan formas en el aire

Pero la cicatriz sigue ahi
solo olvidamos
la manera de leerla

miércoles, 27 de octubre de 2021

Overflow

Era curiosa la imagen
de agua rebalsando
la ducha
embebiendo todos los azulejos del baño
como si una mano inconsiente
hubiera dejado pasar esa falla

También mis ojos rebalsaban
también el cielo
también el agua debajo del puente
también lo que se desprendía de nuestras bocas
también el reflejo de la muerte en tu carne
también el sueño de tantos años
también los espejos falsos
también la cercania de las manos
también la distancia de los caminos

Explota
con el dolor de la luz
y la creciente quietud
de la oscuridad que se aproxima

sábado, 5 de diciembre de 2020

Listener

Para dar un paso, siempre un pie tiene que estar frente al otro. Mientras el de atrás se queda firme, sosteniendo todo el peso, el del frente avanza, temeroso, hacia lo desconocido. Extiende su sensibilidad, hasta encontrar la respuesta inequívoca de la tierra firme, para tomar su decisión, y con esa fuerza sostener todo el peso, para dejar que el otro pie haga su propio avance.

Es natural, entonces, que él sepa exactamente lo que voy a hacer. Abre las puertas de las habitaciones cuando mis manos están a un centímetro del picaporte. Aventura un almohadon en el espacio que el que tenía un vago deseo de sentarme. Toma mis manos, con firmeza, antes que la noticia del frío llegue a mi conciencia.

Él es un buen oyente, me conoce muy bien. Siempre sabe qué prepararme de comer. No se de dónde toma las pistas. Será que mira sobre mi hombro cuando reviso mis redes, tomando una precisa nota mental de cuantos segundos me detengo en cada foto. Podrá inferir mi pulso en base a cómo varían los colores en mi cara. Quizás los distintos sonidos de mis pasos, a veces rápidos, sugerentes, sigilosos, otras veces pesados, aferrados a la tierra, le den noción de mis intenciones más ocultas.

Es realmente mi cabeza la que quiere posarse en su hombro, o es esa apertura, esa hospitalidad que exuda, lo que me atrae a su abrazo profundo? Es el hambre lo que mueve mis mandíbulas, o es el festín que aparece frente a mis ojos el que obliga a mis manos a actuar?

Estoy preocupandome de más. Él sabe lo que es mejor para mi. Por eso, no debe inquietarme el taburete solitario en medio de la habitacion, ni la ominosa cuerda que cuelga sobre el mismo.