martes, 6 de enero de 2009

Two Towers

Una princesa, heredera de un poderoso reino, se hallaba navegando en los mares del sur. Un ambicioso pirata poso sus ojos sobre la opulenta nave real y dijo "Es mía". Después de tomar el barco y asesinar a la tripulación, dividió a las criadas de la princesa entre sus lacayos, reservándose a esta para su uso. Le dio habitación en sus aposentos, en un principio para desvirgarla él mismo, pero pronto la encantadora inocencia de la princesa hizo mella en el aguerrido pero aun joven pirata. Luego de un año de convivencia, ella también comenzó a amarlo. Cuando sus cuerpos y sus mentes comenzaron a empujar para el mismo lado, el pirata decidió navegar por las costas del poderoso reino. Su flota entera fue hundida y la princesa arrebatada de sus manos. Sin embargo, logró escapar con vida.

Años después, con la princesa convertida en reina, ella ordenó construir la torre más alta del mundo. En la cima de la torre colocó un fuego eterno. Un faro que atraería la atención del barco de su primer y único amor. Ella no sabía que en la costa opuesta el pirata, ya retirado, usó la gran fortuna que tenía acumulada para construir la torre más alta del mundo. En la cima de la torre colocó un fuego eterno. Un faro que atraería la atención del poderoso reino de su primer y único amor. Ambos murieron el mismo día, sin saber de la torre de su enamorado. Aún hoy, parados en la cima de cualquiera de las dos torres, incluso en la más oscura noche, no se llega a ver el fulgor de la torre opuesta, solo domina el horizonte el inmenso y oscuro mar.

1 comentario:

SergioMC dijo...

Es como cursi estimado amigo. Un amor idealizado.
Y te faltó la tilde en posó en los primeros renglones.
Saludos.